El Tren Maya es hasta ahora el proyecto de infraestructura más grande en México, pasando por más de 4 estados del Sureste Mexicano apostándole, como siempre, al turismo. Teniendo impacto en diferentes áreas, donde cada área de impacto tiene su propia historia, sus propias problemáticas. Y para hablar del área en el norte de Quintana Roo, específicamente en Playa del Carmen, entrevistamos y compartimos espacio con el biólogo, espeleólogo y conductor de documentales televisivos, Roberto Rojo, egresado de la UNAM.
Roberto nos platica un poco de su opinión acerca de este tema y los que ha vivido dentro de la ciudad: “La historia del Tren Maya se divide básicamente en 2 ejes, estamos los que nos importa la naturaleza, los que hemos visto el deterioro ambiental a lo largo del tiempo en esta región y que estamos sumamente consternados por las problemáticas ambientales que hemos vivido desde hace mucho tiempo. Y por otro lado, se encuentra el otro sector que no toma en cuenta nada respecto del medio ambiente y solo ve el beneficio económico que vende este proyecto.”
Se estima que el Tren Maya creará 1.5 millones de empleos en la región, de acuerdo al Periodico El Economista. Por sí solo el proyecto ganó premios como Proyecto del Año (Oracle Project of the Year Awards) en la Categoría de Creación de Valor y Beneficios.
Lo anterior de logró al ser un tren ecológico movido por energía híbrida: eléctrica e hidrógeno. Además de ser un tren subterráneo dentro del tramo Mérida-Yucatán, lo que lo vuelve completamente un atractivo turístico.
Por otro lado Roberto Rojo nos comparte: “Cuando se presentó aquí en la región la bandera fue el turismo, que va a atraer más turismo. Sin embargo, yo estoy seguro, y creo que mucha gente de aquí coincide, en que no necesitamos más turismo. No necesitamos turismo en grandes cantidades, el turismo masivo ya fue un experimento que se llevó acabo en Cancún y vimos que no es el turismo correcto para este tipo de lugares, porque las características geológicas y medioambientales de esta región son sumamente frágiles”.
"Menos turismo pero de calidad vs un turismo masivo de pésima calidad"
Como ciudadanos debemos entender y fomentar la necesidad de que llegue a nuestro país un turismo de calidad, y no hablamos de calidad económica sino de actitud hacia el medio ambiente, un turismo responsable que venga a admirar las bellezas biológicas, geológicas y culturales de la región mexicana.
“Este es el verdadero turismo que necesitamos, uno que sea ordenado, que respete los ecosistemas y que al final éste mismo pueda generar un derroche económico mayor, es decir: menos turismo, pero de mayor calidad vs un turismo masivo de pésima calidad”.
Roberto Rojo nos cuenta como por muchos años nos hemos enfocado en un turismo masivo de pésima calidad que está agravando las problemáticas locales, no solo con su presencia, sino con sus alimentos, con sus desechos, con los químicos que se unta la gente (bloqueadores, cremas, bronceadores solares, etc.) y que así se mete a nadar a los arrecifes y cenotes.
Él aboga por un turismo más restringido y de mayor calidad con un enfoque diferente, con un enfoque de conservación y contemplación de la naturaleza. Se sabe que cuando presentas este panorama la gente dice “no digas que eso está mal porque va a venir menos gente y hay que cuidar al turismo que es nuestra fuente de ingreso”.
Visión completamente errónea… Roberto afirma que tenemos que cuidar a la naturaleza que es la que atrae al turismo, que a su vez es nuestra fuente de ingreso. ¡Mas no tenemos que cuidar al turismo! Agrega que “Esto es un pensamiento equivocado que va a generar más problemáticas ambientales y que lo único que va a ocasionar es que el turismo no regrese nunca más y que se pierdan todas las fuentes de ingreso y todo lo que la gente, ambientalistas y biólogos queremos pelear contra el proyecto del Tren Maya”.
"Las especies que se extinguieron en México en los últimos
Sin embargo, afirma que debemos ver ambos lados de la situación: “Tampoco hay que estar en la negativa total y también pensar en los beneficios que podría traer a la región el proyecto. Pienso que el Tren Maya podría brindar soluciones en ciertos segmentos, sectores de Cancún a Playa del Carmen donde, por ejemplo, hay un tránsito vehicular masivo. Si hubiera una sección de tren en este lugar, esto podría disminuir, así como los atropellamientos de fauna, los atropellamientos de gente, las emisiones de gases contaminantes y muchas otras cosas”.
Se estima que el proyecto del Tren Maya que sacará de la pobreza a más de un millón de familias ¿a costa de qué? De la pérdida de biodiversidad, de flora y fauna que solo México tiene. El Dr. Gerardo Ceballos, experto en Ecología, cita que "Las especies que se extinguieron en México en los últimos 100 años debieron haberlo hecho en 10 mil años"
La rapidez con la que nos estamos acabando los recursos naturales y no renovables con este tipo de proyectos es sumamente alarmante.
Roberto Rojo nos platica cómo en Tabasco “se perdió el 96% de la selva original que era una de las selvas más bonitas por la abundancia de agua y de suelo rico en esta región. Solamente queda el 4% de la selva de Tabasco, y si uno visita estos lugares viniendo desde la ciudad o del altiplano, llega allí y dice que todo está muy bonito, hay pastito, hay plantitas… Pero eso es nada comparado con la complejidad de la biodiversidad que hubo en esa región, selvas increíbles con especies únicas que ya desaparecieron y que jamás conocimos”.

“Ya no podemos pensar que el sureste de México está en pobreza porque es 'ocioso', está en pobreza por las malas políticas, por la corrupción, por las malas ideas. Tenemos que cambiar esos paradigmas ya que este Tren Maya es esa historia añeja de que en el sureste hay pobreza en la región, aquí la gente no es pobre, aquí la gente tiene agua, tierras, la gente tiene comida.” Debemos redefinir el concepto de pobreza, nos dice el biólogo, “y entonces no porque no tengan una tele gigante son pobres, tenemos que cambiar esos paradigmas y tenemos que hacerlo ya porque estamos a contra reloj, ya tenemos el tren encima”.
"Tenemos que llegar a un punto donde el ataque a la naturaleza se vuelva algo inmoral para todos"
Compartimos el pensamiento que nos dice Roberto Rojo, en el que debemos educar a que el daño al medio ambiente es algo inmoral, ya no tanto ilegal. Llegar a ese grado de conciencia en donde seamos capaces de respetar la vida. Respetarnos a nosotros mismos y aprender a coexistir con la naturaleza. Cierra con estas palabras: “Erradicar el modelo que se ha llevado en el norte de Quintana Roo de arrasar la selva, de no dejar un solo árbol en pie, tapar los cenotes y construir miles de casitas chiquitas que te van a crear problemáticas sociales. Tenemos que cambiar estos paradigmas y tenemos que llegar a un punto en donde el ataque a la naturaleza se vuelva algo inmoral para todos”.